Sabemos que La Ley de Dios es eterna, por tanto parece ocioso preguntarse respecto a su origen, pero más que analizar su inicio en términos de tiempo, nos proponemos averiguar las razones de su existencia. Queda claro para nuestro entendimiento que no son los oidores de la Ley los justos ante Dios, sino que los que obedecen la Ley serán justificados. i (Romanos 2:13) y que conoces su voluntad e, instruido por la Ley, apruebas lo mejor1 (Romanos 2:18). De manera que el cumplimiento de La Ley de Dios hace la diferencia básica entre la vida y la muerte, quedando establecido desde el mismo inicio de la creación cunado Dios dijo de manera inequívoca: 16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: «De todo árbol del huerto podrás comer; 17 pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, ñ porque el día que de él comas, ciertamente morirás.» o2 (Génesis 2: 16,17) Si en el estado de pureza en que se encontraba la primera pareja fue necesaria La Ley, cuánto más será necesaria luego que el pecado hincó sus colmillos en la humanidad?
Ahora, la pregunta fundamental es: Porqué Dios estableció la necesidad de La Ley?